La canela se obtiene en forma de rollos, conocidas como varas o ramas, a partir de la poda, recolección y secado de rollos de la corteza del árbol del canelo, una Laurácea, cuyo nombre científico es Cinnamomum zeylanicum. Dicho árbol es originario de Sri Lanka, la antigua Ceylán; de ahí su nombre científico.
México incorporó la canela a su gastronomía con gran fuerza cuando se logró la apertura de las rutas comerciales con Asia, específicamente la ruta del Galeón de Manila la cual vínculo a Oriente con nuestro país. Su aroma y sabor picante fascinaron a los novohispanos y su accesible abastecimiento propició un extensivo consumo convirtiendo esta especia en una de las favoritas de las cocinas de México, donde se puede conseguir ya sea en raja o en polvo.
La canela se utiliza en bebidas como el café de olla o en los esquimos, la crema de coco y hasta en la espuma de los capuchinos, sólo por poner algunos ejemplos. En los platillos salados o postres también da un toque de sabor y olor gratísimo, desde el emblemático mole y adobos como el de Jalisco o el ajiaco de Yucatán entre otros.
El arroz con leche lo emplea en raja y al servirlo en polvo, pero hay muchos otros postres más donde la canela se hace presencia con fuerza con muchísima frecuencia.
En México se produce en pocas cantidades en Puebla, Veracruz y Chiapas. Sin embargo para satisfacer la altísima demanda de la especia —nuestro país es el principal consumidor de canela a nivel mundial— se importa desde Sri Lanka.
El aporte nutrimental de 100 gramos de canela es de 261 kilocalorías, 79.85 gramos de hidratos de carbono, 3.89 gramos de proteínas, 3.18 gramos de lípidos y 26 miligramos de sodio.
Es una de las especias más utilizadas y versátiles de la cocina mexicana. Se integra a platillos muy sencillos y populares o muy eventuales y sofisticados. Por ello, se puede agregar a moles, pipianes, escabeches, guisos de res, pollo o cerdo, caldos, menudos y picadillos para rellenar chiles o en postres como natillas, flanes, dulces, arroz con leche, merengues y frutas en almíbar. Condimenta también en malteadas, tés, mole de olla y ponches.
En inglés: cinnamon. En francés: cannelle.
Una receta sencilla que se encuentra en la colección de Y la cocina se hizo, equilibrada. Es una fresca y cálida combinación provocada por la ácida y refrescante naranja y la picante miel de canela con la cual se bañan. Acá esta especia es la gran protagonista y luce esplendida. Un postre accesible y sabroso.
Hervir el agua con el azúcar, la canela, la nuez moscada y el jugo de limón. Espesar moderadamente y enfriar.
Bañar con la miel las rebanadas de naranja.