El aguacate es una verdura en México, lo cual es una aclaración pertinente porque etnobotánicamente se le considera una fruta y de hecho en otras partes del mundo lo consumen como tal. Así, en Filipinas es muy común que la gente disfrute del aguacate con un poco de azúcar, algo que para un mexicano común sería impensable.
Existen distintas variedades pero el más común es el Hass, una variedad que nació en Estados Unidos cuando especialistas desarrollaron esta planta a partir de una de origen poblano, luego se transdomesticó a nuestro país y a otras partes del mundo, razón por la cual es una especie muy comercial.
La gente lo identifica por tener una piel arrugada que lo distingue. Sin embargo, en México es posible disfrutar de otras opciones como las llamadas “criollas”, que son de piel lisa y algunas son muy fibrosas, de sabores gratos al paladar.
El aguacate, o Persea americana, es originario de las partes altas del centro y sur de México y Guatemala. En Tehuacán, Puebla, se encontró su más ancestral cultivo, hace unos nueve mil años; actualmente Uruapan, municipio de Michoacán, es uno de los mayores productores de aguacate del país y bien vale la pena mencionar que nuestro país es su principal productor a nivel mundial.
La palabra aguacate proviene ahuacatl que en náhuatl significa «testículo». Por eso cuando los españoles conocieron el origen de su nombre asumieron que era un afrodisiaco y, con el afán de asegurar una descendencia numerosa, lo consumieron y expandieron a donde iban, pues mientras más criollos tenían en sus virreinatos o colonias más seguros se sentían inmersos entre grandes grupos indígenas. Los quechuas le llamaron palta, que es como todavía se le conoce en varias naciones sudamericanas —incluyendo Perú—, y de la corrupción del vocablo aguacate derivó la palabra avocado», que es como se le llama en inglés y «avocat», como se le conoce en francés.
El contenido nutrimental de 100 gramos de aguacate es 214 kilocalorías, 5.9 gramos de hidratos de carbono, 1.8 gramos de proteínas, 20.4 gramos de lípidos, 13 miligramos de sodio, 0.09 miligramos de tiamina y 0.2 miligramos de riboflavina.
Las mil facetas del aguacate
El aguacate es el ingrediente principal del guacamole. // Foto: Craig Dugas (Creative Commons).
Con su semilla se produce un aceite muy fino y las hojas del árbol del aguacate dan sabor a los guisos, principalmente a los tamales. En rebanadas, el aguacate acompaña a los tacos y a muchos otros platillos. Se emplea mucho en ensaladas, tortas, ceviches, cocteles de mariscos o incluso se consume relleno y hasta en cremas. Sin embargo existe un platillo que sin él prácticamente no existiría y es el guacamole, cuya receta te compartimos.
Existen una gran variedad de guacamoles los hay muy acremados, como los que se hacen en Tijuana o los molcajeteados del DF, que se emplean en sus tacos regionales.
La palabra guacamole procede del náhuatl ahuacatl, «aguacate», y de mulli, «guiso líquido». Es una receta de origen prehispánico cuyo ingrediente protagonista es el aguacate.
Ingredientes (para seis porciones)
- 2 aguacates Hass maduros (de unos 250 gramos aproximadamente) partidos por la mitad y sin semilla
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 taza de jitomate picado
- 1/2 cucharadita de chile serrano picado
- 3 cucharadas de cebolla picada
- 2 cucharadas de cilantro picado
Procedimiento
Extraer la pulpa de los aguacates y machacar ligeramente. Agregar la sal hasta que quede martajada. Adicionar el resto de los ingredientes, mezclar, probar y ajustar la sal.
Consejos
- Se le puede adicionar limón para evitar su oxidación. Si gusta puede refrigerar ligeramente para darle una temperatura fresca.
- Para darle un toque sabroso y diferente se le pueden agregar unos granos de granada.
- En ocasiones aumentar su toque salino con queso fresco es una gran idea. También se le pueden adicionar totopos para disfrutar el guacamole tal cual.
