El otoño está cerca de acabar y consigo sus colores naranjas, cafés y caramelos. El frío del invierno ya empieza a asomarse.
La naturaleza es sabia y en cada temporada nos da los alimentos que debemos consumir para no enfermarnos y gozar de una buena salud. Antes de que se termine el otoño no pueden perderse estos maravillosos alimentos que nos da esta hermosa época del año.
Estas frutas y verduras otoñales permanecen también gran parte del invierno, son sabrosos y una buena forma de prevenir enfermedades ya que están repletos de nutrientes.
El súper alimento de moda por excelencia es el kale o también conocido como berza, estas hojas de la misma familia que el brócoli o la coliflor son muy nutritivas.
El kale se beneficia de la temporada fría haciendo su sabor más dulce. Sus hojas verdes de textura crujiente son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, todos excelentes para prevenir enfermedades cardiovasculares, así como del tracto digestivo.
Además tiene muy pocas calorías por lo que es perfecto para aquellos que estén a dieta. Lo pueden comer crudo, salteado, hervido y horneado, es un alimento bastante versátil a la hora de incluirlo a la comida.
Las manzanas son sabrosas y jugosas esta temporada del año. Un alimento perfecto para llevar a donde sea gracias a su fácil portabilidad y siempre están listas para comer, en otras palabras es la comida rápida más sana que podrán conseguir.
Esta fruta es una de las que más antioxidantes tiene y estos son esenciales para el buen funcionamiento de nuestro sistema cardiovascular así como para nuestras células. Por si fuera poco, sus pectinas y polifenoles nos ayudan a controlar el nivel de colesterol malo en nuestra sangre.
Lo mejor es comerlas con todo y piel, ya que ahí se encuentran una gran parte de los nutrientes. Les recomendamos que busquen las orgánicas para evitar consumir residuos de agroquímicos tóxicos que pueden estar presentes en las frutas.
Esta raíz color naranja es una fuente excelente de betacarotenos que resultan ser unos poderosos antioxidantes los cuales ayudan a prevenir y reparar daño celular así como reforzar el sistema inmune.
Así que la próxima vez que escuchen el típico silbido de los camotes no duden en comprar uno.
La enorme variedad de calabazas que nos da el otoño es espectacular, grandes, chicas, alargadas, regordetas y todas deliciosas.
El color anaranjado de estos frutos al igual que el camote son carotenos que nos protegen y nutren. Pero además las calabazas de otoño e invierno, tienen una enorme cantidad de vitaminas como la K, fundamental para la buena coagulación, así como A, B, C y E, todas esenciales en nuestra nutrición.
Es un alimento básico para la dieta del otoño e invierno, nutricionalmente hablando lo tiene todo, antioxidantes, vitaminas, minerales pero uno de los elementos que más destaca de esta verdura es el sulfurano un compuesto que ha demostrado ser efectivo en la prevención del cáncer.
Cocinada con un poco de cebolla y mantequilla, pueden conseguir una crema de coliflor (que por cierto no necesita crema) que es muy rica y sencilla de preparar.
Este pequeño fruto es un gigante en el mundo de los súper alimentos, entre sus grandes beneficios está que protege el tracto urinario ayudándonos a prevenir infecciones, también protege el estomago contra úlceras, y como todos los otros alimentos está repleto de antioxidantes, por otro lado son ricos en fitonutrientes elementos antiinflamatorios excelentes para nosotros.
Debemos tener cuidado ya que su sabor es bastante ácido, así que normalmente los comemos con mucha azúcar y eso ya no es tan bueno para nuestra salud.
Recuerden que comer los alimentos que nos dan las estaciones es la mejor forma de tener una dieta saludable.