No se come lo mismo en China que en Argentina, ni en México que Vietnam. Las diferentes culturas culinarias usan ingredientes y técnicas propias, pero hay métodos como la fermentación que están presentes en el mundo entero, lo único que las diferencia es el ingrediente que utilizado.
El pan, el vino o la cerveza, son fermentos que encontramos en nuestra vida diaria, pero otras culturas han llevado esta técnica un paso mas allá.
Estas extrañezas culinarias son consideradas en su lugar de origen exquisiteces incluso remedios medicinales, ¿se atreverían a comerlos o les da demasiada impresión?
Esta bebida fermentada empieza con un vino de arroz que no tendría por qué sorprendernos mucho, pero en Vietnam a este fermento se le agrega un ingrediente más, una serpiente de cascabel viva, la mezcla se deja añejar por dos meses y listo. Es un fermento que normalmente se usa para aumentar el rendimiento sexual.
En China no se usa una serpiente sino ratones recién nacidos de no más de tres días de edad, ¡leyeron bien! Esta bebida tiene pequeños roedores que se dejan macerar en el vino de arroz. Es consumida principalmente en China y Corea donde se le considera un remedio para un sinnúmero de enfermedades.
El Hákarl es un plato islandés donde toman un tiburón, le sacan las vísceras y la cabeza y lo entierran por lo menos un mes, es entonces cuando el pescado pasa por un proceso de fermentación, después lo sacan y lo cuelgan por unos meses para que se seque.
Su olor fuerte a amoniaco no es el más atrayente para quienes van a probarlo, pero dicen por ahí que su olor no tiene nada que ver con su sabor.
Este platillo originario de Groenlandia es considerado un plato de lujo. Consiste en una foca rellena de 500 aves, la cual se deja fermentar durante varios meses. Terminado el proceso las vísceras de las aves se han convertido en un líquido considerado una delicia.
El platillo conocido como Tepa, o “cabezas apestosas” es un plato típico de Alaska, consiste de varias cabezas de pescado blanco que se colocan en barriles de madera y se entierran en el suelo durante algunas semanas para que se fermenten, una vez pasado el tiempo se sacan y se consumen.
Estos 5 fermentos son muy diferentes a la cerveza o el pan, pero no hay que tener la mente cerrada ya que son alimentos muy valorados por otras culturas y podrían ser verdaderamente deliciosos, por lo que hasta no probar, no juzgar.