No satisfechos con los logros que han trabajado y conseguido, uno en el País Vasco y el otro en México, los chefs Andoni Luis Aduriz y Enrique Olvera se han puesto un reto aún mayor: echar a andar un restaurante en Cuba y convertirlo en uno que sea premiado por alguna lista en cuyas categorías exista la que galardone a los «más divertidos del mundo».
¿Cuáles serían los ingredientes con los que trabajarían? “Pescados, cerdos, frutas, vamos a divertirnos”, respondió sonriente Olvera a Animal Gourmet, durante la cena que el chef vasco ofreció en Pujol.
Andoni Luis Aduriz se ha consolidado como uno de los grandes contemporáneos españoles con su restaurante Mugaritz en la región vasca y, Enrique Olvera es uno de los cocineros mexicanos más destacados y con mayor presencia internacional. El lugar seis y el 20, respectivamente, en la lista de los mejores restaurantes del mundo que la revista Restaurant y sus jueces califican.
Hoy, en Cuba, a diferencia de las limitantes previas que permitían establecimientos de muy pocos comensales, los restaurantes pueden recibir hasta 50 comensales y algunos de ellos, conocidos como “paladares”, están diseñados especialemnte para el turista y son producto de una alianza privada y estatal e incluso pueden importar algunos productos.
La Habana tiene una oferta gastronómica creciente con cocina española, italiana y hasta rusa de la que gozan principalmente turistas, extranjeros y expatriados que viven en la isla, y miembros del servicio exterior. De acuerdo a cifras recientes, en Cuba operan más de mil 500 restaurantes privados cuya oferta va desde la cocina criolla hasta cocinas lejanas, algunas recientes hamburgueserías o sitios de tapas y, particularmente en La Habana, se ha experimentado un importante auge gastronómico derivado de las reformas económicas que el presidente Raúl Castro ha puesto en marcha en aquel país.
Aduriz y Olvera harán, estamos seguros, un gran papel en la oferta isleña y, además, los cocineros han planteado generar una experiencia gastronómica muy democrática y que no haga distinción entre clases sociales. “La gastronomía no es un privilegio de gente con dinero, sino de gente inteligente, ¿por qué no soñar con un restaurante donde se consiga que se mezclen las clases sociales y la gente no se pregunte quién es?”, señaló en entrevista Aduriz.
No perdamos de vista este proyecto, el lugar donde se establecerá y la fecha de su apertura.