Las enfermedades y padecimientos ocasionadas por el estilo de vida actual cada día son más notorias, entre ellos las patologías cardíacas y problemas de sobrepeso, ambos asociados con la alimentación. Cada día es más importante tomar mejores decisiones para tener una alimentación sana pero además sabrosa, por que nadie quiere comer feo y sin sabor.
Enemigos públicos hay muchos. Las grasas, el azúcar y la sal son algunos de los que más escuchamos, pero en realidad ninguno de ellos es culpable de nuestros padecimientos por sí mismo, si no la falta de equilibrio en nuestras dietas es la que provoca estas enfermedades.
La sal es un mineral muy apreciado en la cocina pues realza y modifica los sabores, refuerza los aromas y suprime lo amargo. Así como no deben faltar servilletas en la mesa tampoco el salero.
Sin embargo el exceso de sodio en nuestro cuerpo tiene efectos negativos para el sistema cardiovascular y puede causar tensión arterial. Así mismo, existe evidencia de que favorece la pérdida de calcio y agrava enfermedades en los riñones.
En el otro lado, la sal también es necesaria para nuestro organismo y su buen funcionamiento por lo cual debe consumirse con moderación, por lo menos de 4 a 5 gramos de sal día para mantenernos sanos.
Para consumir sal en dosis pequeñas, las suficientes para satisfacer las necesidades de nuestro cuerpo sin perjudicarlo, existe un producto que promete ser la solución para todos aquellos a quienes el doctor les dijo “bájenle a la sal”: sal líquida.
Así como suena, este tipo de sal ayuda a controlar la cantidad de sal que se coloca en la comida ayudando a reducir 10 veces la ingesta de sodio.
Cuando la sal está disuelta en agua se necesita menor cantidad para provocar la misma sensación que la sal granulada, lo que la convierte en una opción más saludable al ayudarnos a controlar la ingesta ya que con solo tres atomizaciones en nuestro plato tendremos la cantidad suficiente para sentir su sabor con menor ingesta, pues 33 atomizaciones de sal líquida equivalen a una pizca de sal.
Al disolver la sal en agua se abre un nuevo espacio de experimentación para los productores, pues existen un sinfín de ingredientes con los cuales se puede saborizar el agua como ajo, habanero, lemongrass, trufa, cítricos y hasta pepino.
Ahora sí, a ponerle sabor a los platillos sin abusar de la sal.