Un Aperol o un Campari es lo que nosotros consideramos el perfecto aperitivo —y miren que nos gusta el tequila—. Estas bebidas clásicas italianas de color brillante y sabores amargos tienen una gran popularidad en Europa y en el mundo y son bebidas que seguro encontrarás en una plaza italiana al tardecer, al lado de unas muy buenas aceitunas y antes de una estupenda cena.
¿Se parecen? Poco, pero algo y por ende suelen pensarse como iguales cuando en realidad muy distintas. El Aperol suele confundirse con su hermano el Campari, no solo en color, en sabor, sino también en origen. Es importante partir de la base de que las dos marcas las produce Grupo Campari, una compañía productora de bebidas alcohólicas y no alcohólicas con más de 40 marcas, entre ellas Campari, Aperol, Vodka Skyy y Cinzano.
Ambos aperitivos italianos son “bitters”, del término amargo en inglés, como se les conoce en el mundo de la mixología; es decir, bebidas alcohólicas amargas que se elaboran a partir de esencias de hierbas amargas, algunas cortezas y otras raíces.
Sin embargo entre uno y otro hay diferencias muy claras. El Aperol tiene un color naranja muy intenso y logra un equilibrio mágico entre algunos de sus contenidos como la naranja amarga, el ruibarbo y genciana, además de que tiene cierto dulzor.
El Campari se define como una bebida amarga, intensa, y que suele servirse mezclada ya sea con otras bebidas, o con jugos y aguas. Su color rojo oscuro proviene del tinte de la cochinilla, muy usado para dar color a comidas, bebidas y hasta obras de arte y telas. Además contiene quinina, naranja amarga, corteza de cascarillas —un producto botánico de las Bahamas de un sabor muy amargo— y también ruibarbo y toronja. Su contenido alcohólico es mayor, de un 25%, casi el doble que el de Aperol.
Resumamos las diferencias:
Y si les quedó cierto antojo de una bebida refrescante que abre boca a cualquier buen platillo, les compartimos la receta del famoso Aperol Spritz —que viene del término “spritz” que se refiere a chispazo de agua— muy sencilla, ideal para beberse despacio, con música sabrosa de fondo y un atardecer:
Combinar todo en un vaso y agitar suavemente para conservar las pequeñas burbujas de gas.