En algunos lugares, sobre todo en los estados de Morelos y Oaxaca, durante la época de lluvias los chapulines resultan una plaga que amenaza las cosechas, sin embargo, gracias a su alta concentración de proteínas, la vieja tradición prehispánica de comer estos animalitos ha regresado y toma cada vez más fuerza.
Comer chapulines resulta muy bueno para la salud, esto se debe a que cada insecto contiene alrededor de 60 y 70% de su peso en proteínas, por lo que consumir 340 gramos equivale a la proteína de un filete de pescado.
Además, en comparación con la carne de pollo y res, los chapulines tienen menos bacterias, parásitos y hormonas, lo que los hace muy higiénicos.
Otro gran beneficio es que son fáciles de digerir pues tienen grasas amigables con nuestro organismo y son ricos en calcio, magnesio y vitamina B.
La recolección de estos insectos se hace entre las milpas, una vez que brincan se recogen con la mano y se guardan en una bolsa de plástico, se dejan ahí dentro un par de días para que se “vacíen” y luego se les ahoga en agua con la cual se limpian.
Para cocinarlos se colocan en agua hirviendo unos 15 minutos, se cuelan y se marinan con limón, ajo, sal y chile, luego se tuestan en sartenes de barro para que queden crujientes.
Aquí les dejamos la receta de los tacos de chapulines, no se dejen intimidar por esas patitas o la consistencia crocante y a la vez cremosa, una vez que los prueben les encantará.
En un recipiente pequeño machacar el aguacate hasta que adquiera la consistencia del guacamole y sazonar con sal.
Colocar sobre una tortilla caliente algunos chapulines y nopalitos, acompañar con un poco guacamole, cebolla morada y cilantro. Bañar los tacos con un poco de jugo de limón y salsa roja.