Cuando escuchamos que un alimento es grasoso de inmediato pensamos que es malo para la salud. Es cierto que son poco saludables y están asociadas con problemas cardiovasculares, así como la obesidad, pero la verdad es que también existen grasas buenas para nuestro cuerpo.
Las grasas “malas” son aquellas que, en exceso, pueden tapar nuestras arterias, pero en el otro lado están las “buenas”, por así decirlo, y que ayudan a para eliminar colesterol en la sangre así como proporcionarnos energía, entre otros beneficios.
Las grasas son esenciales en nuestra dieta y de ellas dependemos para poder absorber ciertas vitaminas además que nos dan energía por largos periodos de tiempo. Pero no todas son iguales y si pueden comer más de las conocidas grasas “buena” le harán un favor a su salud y a su paladar.
La clave de una correcta alimentación, como en otros muchos otros aspectos, es el equilibrio. Con eso en mente te presentamos algunos ejemplos de los alimentos que contienen grasas benéficas para la salud, además de sabrosos, para que logres el balance.
Las grasas que se encuentran en los aguacates son del tipo mono insaturadas, es decir son parte del bando de los buenos. Ayudan a reducir los niveles de colesterol en la sangre, las grasas “malas”, además de aumentar las lipoproteínas, las “buenas”, en nuestro organismo.
Aunque en el pasado este alimento ha tenido muy mala reputación, en realidad le han hecho más fama de la que merece. Si bien la yema tiene más grasas que las claras, también está llena de colina, una vitamina del grupo B, la cual es de suma importancia para el buen funcionamiento del cerebro, sistema nervioso y cardiovascular.
En total, los huevos tienen unos 5 gramos de grasas de los cuales solo 1.5 gramos son grasas saturadas y recientes estudios han demostrado que el consumo de huevo, de manera equilibrada, forma parte de una dieta saludable.
Seguro has escuchado de las maravillas de la dieta mediterránea, y no es coincidencia que el aceite de oliva sea uno de los ingredientes estrella, pues está asociado con la reducción de problemas cardiovasculares y de la circulación sanguínea, entre otros.
Una maravilla que nos proporciona grasas buenas, pero cuidado si llegan a cocinar con el, ya que si llega a su punto de humo, es decir lo queman, se vuelve una grasa del tipo TRANS, una de las más nocivas para la salud.
Los pescados como el salmón, atún, sardina, caballa y trucha, además de ser una fuente de proteínas de excelente calidad, están llenos de grasas buenas del tipo omega 3, la cual nos ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre.