Seguro has escuchado la frase “come frutas y verduras” miles de veces pero, ¿realmente sabes cuál es la diferencia entre estos dos tipos de alimentos?
Muchas personas piensan que la distinción radica en que las frutas son dulces y las verduras no, en que las frutas son más jugosas que las verduras, que las frutas son las que se comen en el postre o la más común de todas, que las verduras son de color verde. Lamentamos romper tus creencias de años pero lo que distingue a estos alimentos radica en un asunto bastante sencillo de carácter anatómico.
Ambas, frutas y verduras, provienen de plantas pero mientras las frutas o frutos son los “ovarios” que contienen las semillas, las verduras son tomadas de cualquier otra parte de la planta.
De este modo el jitomate, el aguacate, el pepino, la calabaza, el pimiento, el chile y la berenjena son frutas.
Las verduras se clasifican de acuerdo con la parte de la planta de la que son tomadas:
Así que la distinción entre unas y otras no tiene nada que ver con su color, sino con la parte de la planta a la que pertenece. Por lo que si quieres saber de una forma muy sencilla si se trata de fruta o verdura, sólo busca dónde se encuentran las semillas y lo sabrás.
A esta altura es posible que creas que la fresa, por ejemplo, es una verdura pues tiene las semillas de fuera. En realidad no es ni fruta ni verdura.
La fresa pertenece al grupo de las infrutescencias, un fruto que nace junto a otro de tal forma que en conjunto parecen una fruta completa; es el resultado de la fecundación de inflorescencias. Por tanto, aquellos puntitos amarillos que crecen alrededor de la fresa son en realidad frutos pequeños, y no semillas como se piensa.
En este apartado podemos contar, además de las fresas, los higos y las piñas, que si observas detenidamente son un conjunto de frutos que crecen a partir de un cuerpo carnoso.