Versiones para el famoso y muy neoyorquino ‘cheesecake’ hay muchas, pero nos llaman la atención siempre las más prácticas y esta receta no es la excepción. En esta ocasión les compartimos una muy especial, ¡que no se hornea!
La cremosidad del delicioso yogurt griego le otorga una consistencia divina que vale mucho la pena probar, y bien puede competir con cualquiera de los grandes “delis” de la parte oeste de Manhattan. Apunten:
Para la masa:
Para el relleno:
Para la costra del pastel:
En un recipiente mezclar todos los ingredientes de manera uniforme utilizando las puntas de los dedos y tratando de trabajar lo más rápido posible ( ya que si no la mantequilla se derrite).
Engrasar el molde de pastel y poner la mezcla en todo el borde del molde procurando que toda la masa quede del mismo grosor. Llevar a refrigeración por lo menos por una hora.
Para el relleno:
Colocar la grenetina en un recipiente y agregarle 1 1/2 cucharas de agua a temperatura ambiente. En un recipiente aparte mezclar el queso cremoso, yogurt, azúcar, jugo de limón, vainilla y la pizca de sal hasta obtener una mezcla homogénea (si prefieren pueden ponerlo todo en un procesador para hacerlo más rápido).
En un baño maría calentar la grenetina que ya tenemos hidratada hasta que se vuelva líquida y agregarla a la mezcla anterior. Verter la mezcla en el molde con la costra de galleta que ya tenemos fría y meter a refrigerar por lo menos 6 horas.