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Hora de poner la mesa: cómo acomodar las copas

Por Animal Gourmet

En la cena vamos a servir un pescado crudo al principio, y después seguiremos con un solomillo de cerdo con salsa de cereza fresca. ¿Vino blanco y tinto? ¿Cuántas copas hay que poner en la mesa, con qué características y cómo acomodar todo?

En la comida hemos preparado un cebiche de robalo y como segundo plato un pipián con arroz y una ensalada de verdolagas. Nuevamente surge la pregunta ¿qué vinos pueden ofrecerse?, y la segunda e inmediata: ¿cómo se acomodan las copas en la mesa?

Todo sobre la mesa en orden… incluidas las copas

En realidad la respuesta a la primera pregunta es fácil: se sirve el vino que le guste a uno y cada vez es mejor aceptado servir buenos tintos con pescados o extraordinarios blancos con carne de cerdo.

Ahora bien, respecto a la disposición de las copas en la mesa, la premisa debe ser muy simple: las copas se deben acomodar en función del líquido que cada una va a contener y del orden en el que se va a servir.

La forma más estética es ordenar por tamaños aunque el protocolo más bien habla de acomodar de acuerdo a los tiempos; si la entrada va con vino blanco, su copa debe ir primero, después va la del plato fuerte y así sucesivamente.

Otro principio también importante: sólo las copas necesarias. Es decir, esta costumbre de poner demasiadas copas en la mesa ni hace bien, ni la hace más elegante, los vasos y las copas estorban si no son las indispensables.

Ahora bien, la cena ha tenido enorme éxito y los ánimos se exaltan, ha llegado la hora de abrir una botella de cava o de champaña, en ese caso, las copas no debieron de haber estado dispuestas desde un inicio, se colocan a la hora de descorcharla.

Y respecto a cómo colocarlas sugerimos siempre hacerlo de forma alineada comenzando con la copa de agua que suele estar a la izquierda de la fila.

Aunque existen copas para distintos tipos de vino y varietales, no hay problema si se usa una distinta. // Foto: Especial.

Aunque existen copas para distintos tipos de vino y varietales, no hay problema si se usa una distinta. // Foto: Especial.

Bonitas y funcionales

No toda la cristalería debe ser tan elegante y pomposa y uno debe ponerle el toque espacial a cada mesa de acuerdo a quienes asisten pero también al humor y las ganas de consentir y decorar, pueden ser copas y vasos mezclados, de vidrios y cristales distintos y hasta de colores y formas distintas.

En realidad las tendencias de las copas en la mesa han cambiado mucho con el paso del tiempo. Anteriormente, las copas de agua solían ser las más grandes y hoy, encontramos copas de borgoñas verdaderamente profundas y suelen ser las copas de vino las más grandes en las mesas.

Algunos consejos:

  • La copa para el agua es la última en la fila, de izquierda a derecha.
  • Si se desea ser muy estricto en protocolo, las copas de agua se deben acomodar exactamente arriba de los cuchillos.
  • A pesar de que hay copas diseñadas específicamente para cada tipo de vino, de varietal y hasta de región, en realidad la informalidad se vale y podemos tener copas multipropósito que pueden servir lo mismo para tinto, como para blanco.
  • El vino es para disfrutarlo como a uno le guste hacerlo pero la estética, importa.