En la cena vamos a servir un pescado crudo al principio, y después seguiremos con un solomillo de cerdo con salsa de cereza fresca. ¿Vino blanco y tinto? ¿Cuántas copas hay que poner en la mesa, con qué caracterÃsticas y cómo acomodar todo?
En la comida hemos preparado un cebiche de robalo y como segundo plato un pipián con arroz y una ensalada de verdolagas. Nuevamente surge la pregunta ¿qué vinos pueden ofrecerse?, y la segunda e inmediata: ¿cómo se acomodan las copas en la mesa?
En realidad la respuesta a la primera pregunta es fácil: se sirve el vino que le guste a uno y cada vez es mejor aceptado servir buenos tintos con pescados o extraordinarios blancos con carne de cerdo.
Ahora bien, respecto a la disposición de las copas en la mesa, la premisa debe ser muy simple: las copas se deben acomodar en función del lÃquido que cada una va a contener y del orden en el que se va a servir.
La forma más estética es ordenar por tamaños aunque el protocolo más bien habla de acomodar de acuerdo a los tiempos; si la entrada va con vino blanco, su copa debe ir primero, después va la del plato fuerte y asà sucesivamente.
Otro principio también importante: sólo las copas necesarias. Es decir, esta costumbre de poner demasiadas copas en la mesa ni hace bien, ni la hace más elegante, los vasos y las copas estorban si no son las indispensables.
Ahora bien, la cena ha tenido enorme éxito y los ánimos se exaltan, ha llegado la hora de abrir una botella de cava o de champaña, en ese caso, las copas no debieron de haber estado dispuestas desde un inicio, se colocan a la hora de descorcharla.
Y respecto a cómo colocarlas sugerimos siempre hacerlo de forma alineada comenzando con la copa de agua que suele estar a la izquierda de la fila.
No toda la cristalerÃa debe ser tan elegante y pomposa y uno debe ponerle el toque espacial a cada mesa de acuerdo a quienes asisten pero también al humor y las ganas de consentir y decorar, pueden ser copas y vasos mezclados, de vidrios y cristales distintos y hasta de colores y formas distintas.
En realidad las tendencias de las copas en la mesa han cambiado mucho con el paso del tiempo. Anteriormente, las copas de agua solÃan ser las más grandes y hoy, encontramos copas de borgoñas verdaderamente profundas y suelen ser las copas de vino las más grandes en las mesas.