Este delicioso licor, originario de tierras italianas, se obtiene de la maceración de cáscaras de limones amarillos. Se puede tomar frío o al tiempo y es muy utilizado para la repostería, ya que otorga aromas intensos a limón que hacen de los postres una delicia.
Se sugiere tomar como digestivo y es siempre una opción diferente para ofrecer después de una rica comida. Para que puedan lucirse con amigos e invitados, les mostramos además cómo hacer limoncello en casa, así en la próxima cena se puede presumir, ¡qué es casero!
1. En un recipiente poner la cáscara de los limones junto con el alcohol. ¡Ojo! Es importante sacar solamente la parte amarilla de la cáscara, ya que la parte blanca puede amargar la preparación. Dejarlo reposar durante dos semanas.
2. Una vez listo el alcohol macerado, preparar un almíbar suave poniendo el agua a calentar agregándole el azúcar y cocinándolo por 15 minutos sin dejar de remover. Dejarlo enfriar.
3. En una botella, verter el almíbar y el alcohol al cual previamente se le retiró la cáscara de limón. Conservar y servir cada vez que se antoje. ¡Salud!