Hay sopas que reparan almas y esta es una de ellas. No hay posibilidad alguna de que a alguien no le guste esta casera y sencilla sopita de verduras con pasta y mini albóndigas de pollo que promete curar hasta el alma más adolorida. Lo ideal es que se la prepares a quien está enfermo o triste pues es bien sabido que el efecto de esta sopa radica más en el cariño que se le tiene a las personas que en sus ingrendientes en sí.
Anímense a cocinarla y animen a alguien, porque seguro ya se les antojó.
En una olla agregar 2 litros de agua y ponerla al fuego para cocer el pollo con un poco de sal, pimienta y tomillo durante una hora aproximadamente.
Mientras tanto rebanar en juliana las zanahorias, cortarle los piquitos a los chícharos japoneses, rebanar diagonalmente el apio como en la foto y cortar el tallo de las cebollitas de cambray.
Colamos el caldo y lo volvemos a poner en una olla al fuego a que hierva.
Salpimentamos la carne molida de pollo y la mezclamos con la cebolla picada (previamente sofrita en un poco de aceite de oliva) y el huevo para formar bolitas muy pequeñas.
Agregamos todas las verduras menos el tallo de las cebollitas de cambray a la olla y las dejamos en el caldo hirviente unos 10 minutos. Vertemos la sopa de estrellitas y agregamos las albóndigas, dejamos que siga hirviendo la sopa durante otros 10 minutos más.
Al final añadir los tallos verdes que apartamos y servir bien caliente.