Este sábado 1 de marzo en la ciudad de México tuvo lugar un evento memorable dentro de las instalaciones del Campo Marte, se trata de la tercera edición del festival de destilados artesanales de origen, conocido como DARDO, al cual asistieron más de 8 mil personas entre profesionales del ramo y amantes de los destilados nacionales.[contextly_sidebar id=”427c0bd491facb6a27072b2f46abd403″]

Organizado por el Comité Nacional para la Sustentabilidad del Maguey, Mezcal y Destilados de Origen A.C. (COMANDO) el festival resultó una verdadera exposición cultural y gastronómica en donde además de presentarse muchos productos, hubo conferencias, catas con la participación de profesionales, un concurso de coctelería con mezcal que repartió más de 60 mil pesos en premios.

Madrecuixe Joven, de Sabios de Luá, se gano la Gran Medalla de Oro en el concurso de marcas del festival DARDO. // Foto: Sabios de Luá.

No es exagerado decir que el festival resultó en verdad animado y pudimos recoger algunas opiniones del numeroso público, así como de los productores participantes que presumieron con evidente orgullo, y no era para menos, sus destilados:

“Nosotros ya tenemos varios años en Barcelona comunicando la cultura del Mezcal, y es sorprendente ver cómo la gente se embruja y entiende que se trata de una bebida con una cultura muy potente y seria.

“Ahora mismo en Europa es una locura, en Londres es la bebida de moda, en Paris, en Berlín, en España… estamos hablando de un futuro brillante pues se trata de un destilado puro, orgánico, 100% artesanal y de una calidad sin comparación en el mercado y la tendencia en todos los ámbitos es esa: Volver a lo artesanal”, comentó Javier Solórzano, integrante de la asociación civil Cultura Mezcal A.C.

En una sección del festival se proyectaron videos y documentales de los métodos de producción, los tipos de agave, la denominación de origen y procedimientos de certificación, así como de las diferencias entre los destilados. Muy interesante esta especie de aperitivo intelectual para examinar, con verdadero conocimiento de causa, las diferentes bebidas en exhibicion.

“Este producto está exquisito, es todo artesanal y quienes lo hacen no pierden esa característica de usar ingredientes naturales. ¡Esto es tener identidad!”, dijo Vicente Bonilla, uno de los asistentes al festival.

Una de las cosas que los asistentes al festival pudieron aprender, por ejemplo, son los pasos para aprender a realizar una cata correcta. Primero hay que tomar en cuenta la ficha técnica que debe informar desde la marca, el nombre del maestro mezcalero, el estado y población de origen, su categoría (joven, añejo, etcétera), la variedad de agave que se usó para destilarlo, proceso de producción, tipo de horno y molino, fermentación, tipo de destilación, número de destilaciones y contenido de alcohol. Una vez aclarados estos datos, es cuando se procede a la cata organoléptica, conociendo y describiendo los productos, a la vista, el olfato y el paladar.

Mariana Rivera, productora de El Gallo Mezcalero, en Puebla, contó que en toda la parte de la mixteca poblana se produce mezcal y que en la elaboración de su destilado sólo utilizan la especie tobalá silvestre. “El sabor es muy especial, el color, la perla (burbuja) que dura mucho, todo es natural y está excelente… hay que darle una oportunidad al mezcal, hay que probarlo, hay que tenerle menos miedo y más gusto”.

En la zona de exposición se pudieron conocer y degustar marcas y etiquetas procedentes de más de 20 estados, mezcales de Durango, Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí, Zacatecas, Guanajuato, Tamaulipas y Michoacán; bacanora de Sonora, sotol de Chihuahua, Coahuila y Durango, raicilla de Jalisco y otros destilados de agave de los estados de Morelos, Estado de México, Nuevo León, Puebla, Nayarit, Sinaloa y Yucatán. Más de 100 productores, una maravilla.

Te digo que en este festival estamos como en la casa del jabonero: El que no cae ¡resbala! Pero con el corazón alegre…

En cuanto a la comida hay que decir que hubo guisos de diversos estados con una gran variedad de tamales, tlayudas, tacos, productos típicos y guisados que en realidad fueron devorados, pues estas bebidas excitan el hambre. Uno de ellos y que llamó la atención fue el trabuco.

“Digamos que el trabuco es una especie de tamal en el que la masa se envuelve en una hierba silvestre que se da únicamente en la región de San Bartolo Tutotepec, Hidalgo; esta hierba es conocida como hoja de olor, papatla o papatlilla y en la salsa también se utiliza otra hierbita que se llama causaza, que da ese sabor tan especial y único al trabuco. Para su elaboración lleva salsita de cacahuate y pepita, es natural, no lleva ningún tipo de carne”, explicó el profesor Daniel García Velasco, de Hidalgo.

En cuanto a los mezcales debe subrayarse la enorme cantidad y variedad, los cuales ya son reconocidos como productos elegantes de categoría superior, tanto por sus virtudes intrínsecas como por lo elevado de algunos precios.

Lejos quedaron los tiempos cuando el mezcal era mal visto y se vendía por 4 pesos, ahora es un bien que debe entenderse como un producto único y cuya producción y comercialización requieren estudiarse y entenderse, porque son demasiados los factores que intervienen en su elaboración y debe procurarse que los beneficios también se derramen por toda la cadena productiva.

Fue muy destacada la participación de otros destilados, como la casi desconocida Raicilla, cuyo origen detalló Alejandro Olmedo, integrante del Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla A.C.:

“Es un producto de la Sierra Occidental y la costa norte del estado de Jalisco; se produce en la costa con agaves silvestres como Maximiliana, inaequidens y valenciana; y en la sierra con agave angustifolia y un agave rodacanta que se llama el gigante de la sierra. Esta bebida se produce desde el siglo XVI y con el tiempo vino conocerse como Raicilla; su fabricación es por procesos puramente artesanales, se cocina en pozos de mampostería con leña de encino y el tatemado dura de dos a tres días. Estas plantas tardan hasta 14 años en crecer porque hay piñas de más de 300 kilos… pero ya ves, se lo toman en un segundo.”

Un productor ofrece sotol con veneno de víbora e cual dice, salvó a mucha gente de una epidemia de gripe el siglo pasado. // Foto: Amigos del Mezcal.

Aquí se dio la ocasión de degustar y comparar diversos tipos de sotol, un producto excelente y para conocedores, que también se presentaba con una versión muy especial:

“Este es el sotol curado con veneno de víbora y aparte le ponemos todas las hierbas medicinales del estado, son 29 hierbas incluyendo marihuana, peyote y damiana, este sotol tiene su historia, no es inventado por mí.

“En 1930 hubo muchas muertes por gripe en Chihuahua, pero quien tuvo acceso a tomar de este sotol curado, esa gente se salvó. Y es lo que yo te traigo… El sotol tiene el proceso de manufactura de un destilado pero la diferencia principal está en la planta; el mezcal se hace con agaváceas y el sotol con una liliácea, es una planta silvestre que se llama Sereque, pariente del ajo y la cebolla, que sobrevive a climas extremos, desde 27 bajo cero hasta 58 grados de calor”, explicó Gerardo Ruelas, de la productora de sotol Casa Ruelas, en Chihuahua.

Destacado evento resultó esta tercera edcion de DARDO, con gran éxito de público y muy divertido. Es de esperarse que en un futuro próximo el mezcal y los demás destilados de agave que se producen en México sigan generando noticias, esperemos que todas sean para bien y en beneficio del campo, porque la clave de este tema reside en la sustentabilidad.

Los mejores mezcales, según los jueces de DARDO 2014

Durante el festival dedicado a las bebidas espirituosas, también se hizo un concurso de marcas y Sabios de Luá fue la ganadora de la Gran Medalla de Oro, con la etiqueta Madrecuixe Joven, en una cata ciega en la que el jurado jamás ve las botellas, por lo que únicamente se juzga el producto.

La lista de los ganadores, elegidos por jueces nacionales e internacionales, quedó de la siguiente manera. Vale la pena destacar que todos los elegidos son elaborados en Oaxaca:

• GRAN ORO : Sabios de Luá, de agave Madrecuixe, de la región de San Isidro Guishe.
• ORO: Libertador, de agave Tobalá, originario de la región de Santiago Matatlán.
• ORO: Macurichos, de agave Tepextate, también de Santiago Matatlán.
• ORO: Shawi, hecho con agave espadín, de la región Oaxaca de Juárez.
• ORO: Rey Campero, elaborado con agave Mexicano (Rodacantha), en la región de Zoquitlán.
• ORO: Jolgorio, hecho con agave arruqueño silvestre, en la región de Miahuatlán.

“Este evento siempre nos pareció muy interesante y desde que nació buscamos participar, pero es a partir de mayo del año pasado que ya estamos al 100% en este esfuerzo. El premio es un honor enorme, porque fue un jurado muy importante, nacional e internacional, que concedió las medallas. Otras dos etiquetas nuestras también fueron premiadas en su categoría, medalla de plata con el Mexicano Joven, que es elaborado con magueyes silvestres, y medalla de bronce con el Ensamble No. 1. ¡Hicimos el 1, 2, 3!” dijo Carlos Leal, del mezcal Sabios de Luá.