Llegó el día que tiene a muchos, incluyéndome a mi, pensando: qué bueno que soy soltera. Pero si no eres como yo (sola) y no pudiste dejar pasar esta fecha sin comprarte al menos un conejito de chocolate, seguro estarás pensando donde salir a cenar con tu novio/ligue/peor es nada/tinder del momento.
[contextly_sidebar id=”fc9b7306389f15cd9b70ad7eb8fe8356″]Para que tengas una mejor idea de con quién estás saliendo, es que hice esta edición de “Dime dónde comes y te diré quién eres”. Me dí a la tarea de buscar algunos buenos lugares para cenas románticas y explicarte el tipo de hombre que te llevo, o llevaría, a ellos.
Mana, si llegaste a este hot-spot en tu San Valentín tengo dos cosas que decirte: Uno, estás saliendo con un hipster. No hay de que avergonzarse, seguro lo escogiste por su barba, camisa de cuadros y trabajo de freelancer; lo que me lleva al siguiente punto: si pide el Mc & Cheese, lo más probable es que tu leñador en ecobici sea un hijo de mami. No dejes que te engañe el aceite de trufa en sus macarrones, ese chico huele a leche agria.
Si fuera una mamá judía te diría: ¡Bien hecho! No sólo conoce el lugar con el mejor Gin Tonic de la ciudad, también te llevó a cenar donde el menú tiene opciones orgánicas, ligeras para ti y hamburguesas y confort food para él. A menos que sea casado, o peor aún que use happy socks, yo creo que este hombre se ganó una segunda cita.
Si te llevan a este restaurante, más vale que sea en un BMW-M3 del año. Dicho esto, si tu cita es en el Olives, en pleno Park Plaza en Santa Fe, lo más probable es que tu acompañante sea muy parecido al lugar: ambos tienen el nombre, la fama y el dinero para hacerla en ¡grande! Sólo recuerden no comer tres días antes no solo para que les cierre el vestido Missoni sino para que les quepa la bomba calórica a la que serán sometidas.
Puedes estar tranquila, a este hombre le importa lo que llevas dentro. Y es que si acabas cenando en el original Bistrot Arlequin (se pronuncia Ag-le-cán) de la Cuauhtémoc, ten por seguro que no le importará si acabas con mal aliento después de una deliciosa sopa de cebolla (aún así, no la pidas en esta ocasión).
Ahora que si te saltaste la cena y acabaste directo en el bar, pues ya sabes que Mr. right es, en verdad, Mr. right now.