¿Fino? ¿Sherry? ¿Manzanilla? ¿Moscatel? Sí, todos son vinos de Jerez pero, ¿conoces realmente qué es cada uno de ellos y cuáles son sus diferencias y sabores? Te compartimos una breve pero clara explicación que ayuda mucho a entender la importancia y el origen de estos famosos vinos.
Los españoles vinos de Jerez gustan en todo el mundo y exportan 60 millones de botellas al año, las bodegas de sus productoras reciben a 400 mil visitantes al año y constituyen una gama amplia de caldos que nacen, se producen y han vivido en Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda, todas ciudades andaluzas en la provincia de Cádiz.
El vino que producen en la zona es el jerez en todas sus especialidades, además del famoso vinagre de Jerez y el cotizado Brandy de Jerez. La vendimia sucede en el mes de septiembre cuando “la uva se rinde” -dicen los locales-, es decir, cuando la uva está blanda y dulce. Se recoge a mano y comienza ahí la producción de distintos vinos con procesos de vinificación y fermentación diferentes.
Los generosos. Los vinos generosos son vinos, habitualmente de uva Palomino y resultan en cuatro tipos: Amontillado (delicioso para acompañar quesos), Oloroso, Palo cortado y el más conocido de ellos, el Fino, de brillante color amarillo seco, delicado y ligero y con cierto gusto almendrado que nos gusta como aperitivo acompañado de aceitunas o jamón.
Los dulces naturales. Obtenidos a partir de uva muy madura o soleada, y del cual resultan las variedades que conocemos como Pedro Ximénez o Moscatel.
Los generosos de licor. Estos segundos son combinaciones de “vinos generosos” con “dulces naturales”.
Manzanilla: Una denominación de origen en sí misma. Se les llama así a los vinos provenientes de Sanlúcar de Barrameda, ciudad que se ubica en la desembocadura del río Guadalquivir, donde se ubican las bodegas en donde se crean estos singulares vinos.
Para los entusiastas de este vino, les dejamos un par de recomendaciones de vinos de Jerez que vale la pena probar. Ya nos compartirán su opinión: