A pesar de la presión internacional de activistas y defensores de los derechos de los animales, países como Japón, Noruega o Islandia siguen cazando ballenas, y no es difícil encontrar restaurantes que sirvan platillos con este cetáceo entre alguno de sus ingredientes.
La historia y las costumbres de esas latitudes han incluido por cientos de año la pesca de ballena y también la cocina con algunas de las partes de ciertas especies de cetáceos que son bastante populares. Prueba de ello es Islandia, donde ahora anuncia que lanzarán al mercado una cerveza hecha con harina de ballena.
La empresa ballenera Hvalur, del país nórdico, se ha aliado con la cervecera Steðji para presentar una edición limitada de una cerveza que aseguran, mercadológicamente, que es “para hacerse verdaderos vikingos”.
La cerveza elaborada con harina de ballena estará disponible desde finales de enero y hasta finales de febrero con un contenido de 5.2% de alcohol y que, de acuerdo a sus productores, es además bastante sana pues este derivado del cetáceo tiene alto contenido de proteínas y es baja en grasas.
Ante dicho anuncio, los grupos conservacionistas han lanzado severas críticas a esta iniciativa y argumentan que no debe ser más prioritaria la novedad y atractivo de una cerveza que estará un mes en el mercado, contra la vida de una ballena que suele ser de hasta más de 90 años.
Los productores, sin embargo, defienden el producto diciendo que se reúnen para celebrar lo que por años ha sucedido en Islandia que es comer comida curada con grasa de ballena, y por ello una nueva cerveza para comerla.