Los resultados del estudio no le van a causar mucha gracia a los productores de costosas champañas.
Pero los expertos hablaron. Y fueron lapidarios.
De acuerdo a una investigación de científicos de las universidades de Oxford y de Londres, los especialistas en champaña prefieren una tomar una marca que cuesta alrededor de US$60 antes que una que vale más de US$600.
Los resultados fueron publicados en la revista especializada Flavour Journal.
Los participantes del estudio debían ponerle una nota a seis champañas y a un vino espumoso inglés, cuyos precios se encontraban entre US$30 y US$650.
La botella que obtuvo la calificación más alta fue la de US$60.
El panel de catadores incluyó a cuatro expertos que trabajan en la industria, seis “intermediarios” del comercio del vino pero que no se especializan en champaña y cinco catadores novatos o bebedores sociales.
El objetivo principal del estudio, explica Victoria Gill, periodista de ciencia de la BBC, era averiguar si los catadores podían estimar las proporciones relativas de uvas rojas o blancas.
Se considera que esa proporción esa es la que le da a cada champaña o vino espumoso un sabor distintivo.
El profesor Charles Spence, de la Universidad de Oxford, quien dirigió el estudio, le dijo a la BBC: “No encontramos ninguna correlación entre el precio y cuánto le gustó la bebida a los participantes”.
“Los expertos y los intermediarios prefieren una botella de champaña de US$60. Y, de hecho, los novatos, los bebedores sociales, prefieren la botella un poco más cara de US$120”, explicó.
Spence dijo que existe una especie de efecto placebo con el costo.
“Si sabes cuánto costó algo, la psicología de ese costo alto parece hacer que las cosas nos parezcan con mejor gusto”, agregó.
James Hutchinson, un experto en vinos de la Royal Society of Chemistry, señaló que, con sólo 15 participantes, se trataba de un “estudio bastante pequeño”.
Pero dijo que sí mostraba la complejidad y la sutileza del champán y del vino espumoso.