Ostiones, esa sofisticada y aforme concha en cuyo interior vive un cremoso bocado que nos fascina. Escogerlas, saber de ellas, abrirlas y comerlas en tiempo es todo un arte, pero muy satisfactorio, pues probarlos frescos es comer en un pedazo de mar y sonreÃr.
Algunas preguntas nos surgen cuando vamos a comer ostiones. ¿Qué se bebe con ellas? Para los sofisticados la opción de acompañarlas con champaña es la mejor, cada quien sus gustos. La influencia de Baja California y el auge de sus microcervecerÃas nos ha hecho también entusiasmarnos al beber buena cerveza cuando comemos ostiones.
Sin embargo en Francia, allá donde el invierno, como la nobleza, obliga a comer y comer ostras, el maridaje común es con Muscadet. Este es un vino blanco que se produce en la parte oeste del Valle de la Loire, esa región de vinos y castillos, cerca de la ciudad de Nantes y a un lado del enorme Océano Atlántico donde se pueden degustar quizá los mejores ostiones que existen sobre el planeta, de sabores fuertes e intensos.
Como sucede con algunos vinos que se producen cerca de la costa, el Muscadet tiene ciertos sabores y aromas salinos y cÃtricos. Este vino nace de la uva Melon de Bourgogne, originaria de la región de Borgoña, y es un vino que hoy regresa con fuerza después de un gran auge en los ochenta y un declive causado por las preconcepciones de ser un vino barato y no muy refinado.
El Muscadet es económico, bueno, un excelente aperitivo y un maridaje ideal con pescados y mariscos. “Su pálido resplandor dorado se proyecta sobre el color púrpura de las langostas y el nácar de las ostras, sobre el rosa de las gambas y el rojo de los salmonetes”, dijo sobre el matrimonio entre el Muscadet y los frutos de mar un crÃtico de vinos francés. Y es cierto.
El método de elaboración caracterÃstico de este vino es el denominado sur lie según el cual los vinos permanecen por los menos todo un invierno en contacto con sus lÃas para después ser embotellados. Tienen una graduación alcohólica media, una acidez alta y una marcada mineralidad. Fresco y suavecito.
El Muscadet debe servirse frÃo y es común ver sobre las mesas de los bares y bistros a la orilla del mar en esta región de La Loire, una charola con conchas y mariscos (plat du mer), que descansan en hielo, con pan, mantequilla, la famosa combinación de vinagre y echalote -que en francés se llama mignonette- y desde luego, una botella de Muscadet.