México es un país bastante atrevido cuando se trata de comidas extrañas pero China nos gana, y por mucho. Se dice, a manera de broma, que los chinos comen todo lo que tenga cuatro patas menos mesas y todo lo que vuela menos aviones. Con eso se dice todo.

En China se puede comer alacrán, perro, rata, gusanos, arañas, víbora, y prácticamente cualquier tipo de fauna de la cual existen platillos especiales de todas sus partes, y cuando decimos todas, nos referimos literalmente a todas…

Guo Li Zhuang es un restaurante familiar que comenzó en el barrio Chino de Atlanta, Estados Unidos, y gracias a su popularidad se han abierto cuatro restaurantes más en Beijing, China.

El lugar toma su nombre del dueño y fundador, así como de su esposa e hijo. Guo es el nombre del dueño y fundador, Li es su esposa y Zhuang su hijo. Sin embargo en conjunto, el nombre significa “la fortaleza dentro de la olla”.

De perro, de yak, de foca y hasta de tigre. El pene y testículos son la especialidad de este lugar. // Foto: Especial.

¿Y qué tiene de especial este lugar? La especialidad de la casa son penes y testículos de cerdo, caballo, buey, burro, venado, cordero y algunos especiales como víbora, foca o tigre debido a sus “múltiples poderes” que el señor Guo descubrió cuando estudiaba medicina china antigua y experimentaba con genitales de animales.

Se cree que los hombres que comen pene y testículos de animales aumentan su virilidad, deseo y potencia sexual. Además recuperan la confianza en sí mismos, razón por la cual el restaurante “Guo Li Zhuang” es tan exitoso y frecuentado por hombres muy importantes como empresarios y funcionarios de gobierno capaces de pagar hasta más de mil dólares por tal manjar.

Por si fuera poco, nadie debe ni puede enterarse de lo que los comensales de este lugar consumen, pues hay acuerdo de confidencialidad y cuartos privados con una mesa para que disfruten de sus platillos. Todo ambientado con música suave, una decoración linda, espacios elegantes y una cocina llena del producto principal.

Los meseros se saben de memoria cada platillo y su explicación. Los nombres por supuesto también son muy sofisticados como “El despertar del fénix”, “Dragón en la llama del deseo”, “Esencia del Buddha de oro” o “En busca del tesoro de la arena desértica” pero todos, al final son penes.

Si quieres probar más variedades se pueden mezclar por ejemplo pene de perro con testículos de cerdo o pedir para más personas y degustar tres penes y ocho testículos diferentes.

El consumo de estas partes de los animales no está prohibido pero no se recomienda a niños menores de 15 años, debido al alto contenido de hormonas que podría alterar su crecimiento natural. En el caso de las mujeres sólo se recomienda consumir el pene, pues los testículos tienen más hormonas.

Como todo buen restaurante de especialidades hay otras opciones para quienes no estén interesados en el menú principal. Por tanto pueden escoger cara de venado, feto de cordero en salsa marrón de ajo, una especie de “consomé” de 48 ingredientes como tortuga, cartílago, caracol y caballito de mar o garras de pavorreal.

Dentro del menú hay platillos que se comen crudos y otros fritos, todos tienen una presentación elegante y en algunos casos “discreta” como rebanadas que parecen sashimi o cortados en forma de estrella.

Los favoritos de los clientes son el de venado, que lleva una salsa deliciosa, con un precio aproximado de 150 dólares, el de yak que es muy suave y cuyo precio ronda los 220 dólares o el de perro que, con costo de 50 dólares, es el más barato. El más caro, mil 500 dólares, es el pene de tigre pues hay que ordenarlo con meses de anticipación y llenar la aplicación de una membresía especial.

Así que si hay algún viaje a China o a Atlanta próximamente, aquí está el dato para ir explorando las opciones culinarias de este interesante lugar.