En un plato de cerámica azul, en el comedor de mi apartamento bogotano, me espera un paquete de “ovitas”: huevo procesado y presentado como si se tratara de lonjas de jamón o queso para emparedados.
Se trata de un concepto 100% colombiano, desarrollado por un consorcio de ocho granjas avícolas del departamento del Valle del Cauca, en el suroeste del país.
Y después de más de tres años de trabajo, sus creadores sienten que las ovitas están listas para salir al mercado.
Pero, ¿qué es exactamente lo que estoy a punto de llevarme a la boca?
“Es un huevo que viene en loncha. Está hecho a base de la clara (de huevo), es decir de la albúmina, y tiene la apariencia de una loncha de queso o de jamón”, explica Diego Ospina, el gerente de Ovopacific, la empresa detrás de las ovitas.
“Tiene la misma flexibilidad, se empaca parecido –más o menos 14 lonchas, 300 gramos, que es lo que hay en el mercado– y también tiene una vida útil parecida al de un jamón: 20 días en la nevera de la casa que está entre 8 y 12 grados (centígrados)”, agrega.
Mientras las observo, no logro decidir si el color claro de las ovitas las hace más parecidas a rebanadas de queso o a jamón de pavo.
Y, como ya me esperaba, estas lonjas de huevo también saben a jamón.
“Los niños tienen a veces un tema con el huevo, que el olor no es el que ellos quieren, entonces a las ovitas les adicionamos saborizante natural, vienen en sabores de jamón, pollo, tocineta y jamón ahumado”, dice Ospina.
“La diferencia es que te comes una proteína de huevo, que es una proteína de mucha aceptación y se le puede agregas omega, vitaminas, etc.”, explica.
“Y el contenido de grasa es menor que el del jamón y también es muy bajo en colesterol, por no utilizar yema en el proceso”, afirma.
Los creadores de las ovitas tienen grandes ambiciones para su producto, no sólo en Colombia sino a nivel internacional.
Dicen que aunque la comercialización de huevo deshidratado o líquido ya es bastante común, por lo general sus principales consumidores son hoteles y restaurantes que emplean huevo en grandes cantidades.
Y ellos quieren conquistar al público en general.
¿Lo lograrán?
Aunque las lonjas de huevo ya están siendo utilizadas por algunos hoteles y empresas de Cali, todavía habrá que esperar un poco más para saber cómo reciben al producto los colombianos.
Por lo pronto, y al menos en mi bloque de apartamentos, los pronósticos son, sin embargo, bastante halagadores.
“Están rica. Yo las compararía”, le dice a BBC Mundo Beatriz Rodelo, de 36 años, después de probar las ovitas, esa lonjas de huevo con las que Colombia espera conquistar al mundo.