Las tortas son una gran opción, y muy mexicana, para consentir a amigos, familia o darse un apapacho a uno mismo. La variedad de ingredientes entre dos panes permite hacer combinaciones prácticamente infinitas según la ocasión.
Ingredientes más sofisticados para quedar bien con los amigos, o productos que tengamos dentro de nuestro refrigerador para salir del paso.
Lo importante es dejar volar la imaginación para construir una torta fuera de lo común y atrevernos a jugar un poco con ingredientes. Aquí les va una gran idea que nació de nuestro refrigerador hace un par de días y resultó fantástica.
Hervir el brócoli y cortarlo en láminas. En un sartén poner las láminas y una cucharada de pesto para sazonar hasta que la salsa se impregne en el brócoli. Calentar la chapata partida por la mitad. Untar de un lado del pan mostaza a la miel y del otro cebolla caramelizada. Acomodar el brócoli, la pechuga y el queso. ¡Listo!