Ni una lágrima más cuando de cortar cebolla se trate. Y más allá de los remedios caseros conocidos, hoy es cuestión de ponerse –al puro estilo esquiador, plomero o piloto- unos googles diseñados especialmente para que los vapores de la cebolla recién picada no irriten los ojos. Es decir, a cocinar sopa de cebolla y hacer gustosos mucho pico de gallo para los molletes.
Lloramos cuando partimos cebolla pues algunas de sus células tienen compuestos con azufre y, cuando la cortamos, se rompen las células y los compuestos sufren una reacción química y se vuelven moléculas sulfuradas más volátiles, que viajan por el aire, hacia nuestros ojos. Los compuestos sulfurados reaccionan con la humedad de los ojos y generan ácido sulfúrico, y, por ende esa sensación de irritación y picor.
Estos googles especiales, que podemos encontrar en varios colores, protegen al “sellar” de alguna forma, el área de los ojos evitando que estos vapores sulfurosos irriten y comience la lloradera. Siempre son buenas las opciones y los gadgets novedosos para la cocina.
Eso sí, debes estar dispuesto a gastar 20 dólares en esta chunche pero quizá no te verás tan raro como con un rabo de cebolla en la cabeza. Los puedes comprar aquí: http://www.amazon.com/RSVP-International-Onion-Goggles-Black/dp/B0014SQU1A