Si le decimos que para quemar las calorías que contiene una hamburguesa hace falta caminar dos horas a paso ligero, ¿lo pensaría antes de comérsela?
Investigadores estadounidenses encontraron que los menús que incluyen la cantidad de ejercicio que se necesita para quemar las calorías que se están a punto de consumir, pueden ayudar a que la gente coma menos.
El estudio de la Texas Christian University reveló que los comensales que recibieron esta información adicional ordenaron y consumieron alimentos menos calóricos que el resto de los clientes.
Los investigadores Meena Shah y Ashlei James dividieron a 300 voluntarios de 18 a 30 años de edad en tres grupos escogidos al azar.
El primer grupo recibió un menú que no mostraba ninguna información sobre las calorías. Los del segundo grupo recibieron cartas que mostraban las calorías de los alimentos y a los del tercer grupo se le entregaron menús que contenían información acerca de las calorías y la cantidad de ejercicio necesario para quemarlas.
Todos los menús ofrecían la misma variedad de comidas y bebidas: hamburguesas, sándwiches, ensaladas, papas fritas, refrescos y agua.
Ninguno de los voluntarios conocía la razón del estudio. Para interpretar los resultados, los investigadores tuvieron en cuenta los distintos niveles de hambre.
El tercer grupo comió mucho menos que el grupo uno. En general, ordenaron comidas que contenían unas 100 calorías menos, en promedio.
Shah dijo: “Este es el primer estudio que examina los efectos de visualizar los minutos de caminata necesarios para quemar las calorías de los alimentos”.
“Este estudio sugiere que hay beneficios”.
Según los investigadores, caminar a paso ligero es algo con lo que casi todo el mundo puede relacionarse.
“No podemos generalizar a una población mayor de 30 años de edad, por lo que vamos a investigar más a fondo con un grupo de más edad y más diverso”, añadió Shah.
Los científicos presentarán sus conclusiones en la reunión de Biología Experimental 2013 en Boston.
Victoria Taylor, nutricionista senior de la Fundación Británica del Corazón, explicó que mostrar claramente cuáles son las opciones saludables del menú y su contenido nutricional, ayuda a la gente a estar informada y a tomar decisiones inteligentes a la hora de pedir comida.
Sin embargo, agregó: “Mostrar la cantidad de ejercicio que se necesita para quemar las calorías es una idea interesante. Sin embargo, para una dieta saludable hace falta mucho más que el conteo de calorías”.
“Los restaurantes también pueden tomar medidas y hacer comidas más saludables, servir las porciones apropiadas y reducir la cantidad de sal, grasas saturadas y azúcar en sus platos”.
“Tanto en casa como en los restaurantes, una dieta balanceada compuesta por muchas frutas y verduras es la mejor manera de proteger el corazón”.