En México es común consumir los sesos del cerdo bien sazonados con ajo, cebolla, chile verde y sus ramitas de epazote servidos en una buena tortilla. Sin embargo en algunas culturas aún sorprende y dejan el cerebro como si fueran sobras.
Sin embargo un estadounidense se atrevió a probarlos… ¡crudos! ¿El resultado? Míralo tú mismo: