Según datos del censo, hay más de 650 restaurantes de cocina china en Mexicali, la capital del estado de Baja California.
Y los cachanillas (nombre con el que se designan a sí mismos los habitantes de la ciudad) le han dado una explicación a dicho fenómeno, que se entrelaza con la historia de la comunidad china a inicios del siglo XX, cuando Mexicali fue fundada.
Sabemos que la construcción de las vías del tren fue una de las prioridades del gobierno de Porfirio Díaz. Esta zona del país resultaba estratégica para vincular a México con Estados Unidos. Fue así que tanto el gobierno como las empresas norteamericanas buscaron la mano de obra china, que por entonces comenzó a llegar al oeste americano.
Tanto el gobierno como las empresas norteamericanas buscaron la mano de obra china
Los testimonios de la explotación desmedida de estos trabajadores en toda la región son escalofriantes. Se trataba de poner rieles, de abrir brechas y tender vías en una zona desértica en la que los veranos llega a alcanzar los 54 grados celsius a la sombra. Sin brisa ni corrientes de aire frío.
Muchos murieron deshidratados, calcinados bajo un sol abrasador implacable con las criaturas ajenas al entorno desértico. A pesar de ello los chinos se asentaron en Mexicali, así como en Hermosillo, Sonora, y muchas otras villas del noreste mexicano.
Sin embargo la comunidad china es poco visible. Asume las prácticas gregarias de todo grupo en el exilio: barrios reservados a ellos en donde se recrea su microcosmos de orígen, discreción, desconfianza a los demás, enlaces entre miembros del clan; todas las actitudes necesarias para preservar una identidad propia a miles de kilómetros de su país.
Así que su vínculo con las ciudades de acogida es extremadamente reservado, reducido a los intercambios estrictamente indispensables.
Por otra parte, Mexicali tiene la frontera inmediata a Calexico en Estados Unidos sin la delimitante del río Bravo, como en otros estados fronterizos, en donde se deben de construir puentes internacionales para cruzar de un país a otro.
Es así que se construyó el mito, quizás con grandes episodios de realidad, que los chinos construyeron túneles secretos entre para que pudieran cruzar a pie a Estados Unidos después de desembarcar en la costa del mar Pacífico de Baja California.
Los chinos construyeron túneles secretos para llegar a México y cruzar hacia Estados Unidos
El tráfico de personas hoy en día ha llegado a esos extremos y aún más. Por lo que no sería de extrañar que hubiera esos túneles en el pasado, y que fueran construidos por los chinos.
El recio carácter de ellos al momento de trabajar y las grandes construcciones en su haber, como la famosa muralla, nos lleva a pensar que trabajan como esclavos. Más aún después de ver la película Beautiful de González Iñárritu, con el personaje de Uxbal interpretado por Javier Bardem. Quien trabajaba en el dificil proceso de hacer posible la explotación inmisericorde de las sociedades desarrolladas para con los más necesitados.
Aquel que resiste semejante prueba es premiado finalmente con la libertad y un restaurante por la comunidad
Es por ello que en Mexicali se dice que los chinos que trabajan en la ciudad lo hacen como esclavos por un periodo fijo y largo. Y que aquel que resiste semejante prueba con tesón es premiado finalmente con la libertad y un restaurante por la comunidad.
¡El relato es magnífico! Eso explicaría el gran crecimiento de los restaurantes chinos en la ciudad. Y daría testimonio de una comunidad escondida que ha premiado a 650 obreros con la posesión de los medios de producción y la libertad de empresa.
Pero más allá de esta historia, está el hecho que los mexicalenses han encontrado en la cocina china una culinaria diversa, capaz de usar distintos ingredientes como los pescados y mariscos, la carne de cerdo, de pollo, de res, hasta de víbora y perro, para mezclarlas virtuosamente con verduras, arroz y salsas intensas que crean manjares estimulantes para un pueblo de golosos mestizos.
La china es una cocina tan variopinta que ofrece algo para todos los bolsillos
La china es una cocina tan variopinta que sus restaurantes pueden ofrecer algo para todos los bolsillos, y así la vida social y económica en Mexicali transcurre armoniosamente en los grandes comedores atestados de la gente amable y trabajadora de la ciudad. Quienes finalmente le han asignado un sabor de tintes asiáticos y míticos a su propia industria y laboriosidad: el del chino de la esquina, regado con generosa cerveza en caguama, pa’l calor. ¡Sí señor!