Originario de París, Dominique Ansel (@DominiqueAnsel) se dio a conocer en Nueva York como el chef pastelero del restaurante Daniel. En 2009 lo nombraron uno de los diez mejores pasteleros en Estados Unidos y dos años después, en 2011, decidió abrir su propia pastelería en el Soho.
Nadie pensaría que Dominique revolucionaría la repostería hasta hace dos meses cuando los cronuts vieron la luz por primera vez. A los pocos días de su aparición comenzó la locura y hoy, “Cronuts” es una marca registrada.
Básicamente un cronut es un híbrido entre un croissant y una dona
Básicamente un cronut es un híbrido entre un croissant y una dona. De parte de su padre francés, el croissant, tiene la pasta de hojaldre fermentada y de su madre estadounidense, la dona, heredó la forma, el glaseado y el relleno cremoso. Lo asombroso de esta particular creación pastelera es que, a pesar de estar frito, se pueden ver todas las capas de la masa como si estuviera horneado. Tarea difícil si tomamos en cuenta que Dominique logró este resultado después de dos meses de pruebas y tras intentar con diez recetas diferentes.
Hacen 200 cronuts diarios y sólo venden dos por cada cliente, a un precio de 5 dólares cada uno. Aun y cuando abren la pastelería a las 8:00 am, la fila empieza a las 6:00 am todos los días y se agotan poco después de que abren las puertas. Su alta demanda ha provocado la proliferación de un mercado negro de cronuts en Craigslist, la página de internet de EU con anuncios clasificados divididos por ciudad, donde si tienes suerte puedes conseguir uno de estos bocadillos hasta por 40 dólares.
Hacen 200 cronuts diarios y sólo venden dos por cada cliente
La popularidad de este pastel trascendió las calles de Manhattan. El cronut también se ha adueñado de las redes sociales con un tweet nuevo cada minuto y un sitio web (www.cronut.org) hecho por y para sus amantes en el cual comparten sus fotos de Instagram. El cronut se ha hecho viral en internet.
Hoy día, el cronut es el pastelillo más popular del momento y se puede decir que destronó a los cupcakes y a los macarons. ¿Por cuánto tiempo?