“Si vuela, camina, corre, tiene ojos, tiene mamá o papá: no te lo comas!” Así de dura es la afirmación y conclusión de “Forks over knives”, documental realizado por Lee Fulkerson en seguimiento a la investigación de los doctores e investigadores en Nutrición T. Colin Campbell y Caldwell Esselstyn de la Universidad de Pennsylvania y de Yale, respectivamente, sobre los hábitos alimenticios y su relación con las enfermedades crónico-degenerativas.
Retrata de manera dramática los contrastes entre la forma de comer del mundo occidental y la oriental, así como las diferencias qué, desde su óptica, a la larga deriva en padecimientos y enfermedades relacionadas con el consumo de dichos alimentos.
De acuerdo con el largometraje el exceso de las sustancias contenidas en algunas comidas ocasiona padecimientos como enfermedades cardiovasculares, cáncer, osteoporosis, diabetes y artritis. Prueba de ello, según “Forks and knives”, es Japón que registra en promedio 18 casos de cáncer de próstata al año y, en la cocina occidental, Estados Unidos con 14 mil incidencias anuales. ¿Será?
Bajo la teoría de que el consumo de proteína animal causa daño al cuerpo humano, “Forks over knives” retrata la historia de pacientes y nutriólogos que sacuden al espectador y lo llevan a cuestionarse sobre el origen de los alimentos en su mesa y los procesos industriales a los que son sometidos.
“A los que nos alimentamos de frutas, verduras, leguminosas y granos nos llaman radicales. A nosotros más bien nos parece radical tener que acudir a medicamentos y a cirugías para eliminar el colesterol de las arterias”.
Así, “Forks over knives” cae como un balde de agua fría en nuestros hábitos alimenticios desde el título, mismo que hace referencia a privilegiar la alimentación (los tenedores) sobre la medicina (los cuchillos o bisturíes) independientemente de la preferencia alimentaria de cada persona.
Mira aquí el tráiler de “Forks over knives”: