Antes era punk. Un día descubrió la cocina y se convirtió en un chef feliz… y muy exitoso. El brasileño Alex Atala es propietario del restaurante D.O.M. (acrónimo de Deo Optimo Maximo, “Dios es óptimo y máximo”), considerado el mejor restaurante de América Latina y el sexto mejor del mundo según la lista de San Pellegrino 2013.
1. ¿Qué comida te recuerda a tu infancia?
El pescado recién pescado.
2. ¿El platillo que mejor cocinas?
El que pueda hacer con los mejores ingredientes que tenga cerca. Estoy convencido de que los platillos se forman 60% de los buenos productos y 40% de la creatividad del cocinero.
3. ¿Cerveza, vino o licor?
Los tres.
4. ¿Cómo pides tus huevos?
Con la yema tierna.
5. ¿Tu ‘playlist’ ideal para cocinar?
Silencio y concentración.
6. ¿Placer culposo culinario?
Comer. Soy un goloso desmedido: comer, comer y comer.
7. ¿A qué sabes?
Al Amazonas.
8. ¿Que pique o que no pique?
Que pique.
9. ¿Tu taco favorito?
Hace años caminaba por el mercado de La Merced y no soy vegetariano pero probé una quesadilla de flor de calabaza y me pareció suculenta.
10. ¿Restaurante favorito del mundo?
El mío. Y no porque sea la mejor cocina del mundo sino porque es ahí donde me siento más cómodo. Cuando eres cocinero te vuelves muy crítico de los demás restaurantes. Te comienzas a fijar en cómo sirven los meseros, así como en la presentación de los platos y dejas de disfrutar la comida. Así somos.
11. ¿Puesto de la calle consentido?
Todo lo que haya en las banquetas me lo como. Adoro la comida callejera. Siempre.
12. ¿Qué superpoder te gustaría tener?
Me gustaría tener el poder de volver sustentable toda la comida del mundo.
13. ¿Qué coleccionas?
Un montón de cosas como cañas de pesca y botellas de mezcal.
14. ¿Champaña, cuándo?
Me gusta la champaña pero no soy un apasionado de ella. Siento que la mejor manera de tomarla es en un ambiente de festividad, de celebración y de alegría.
15. ¿Cómo tomas el café?
Puro.
16. ¿Qué habría en la última cena de tu vida?
Buena música.
17. Qué significa tu tatuaje?
Es fácil. Que antes era punk, descubrí la cocina y me volví un chef feliz.