La poesía está en todas partes. Un poema puede llegar al fondo del ser, ocasionalmente ser un gancho al hígado del lector y ahora, de la pluma del escritor Aurelio Asiain, es una receta que te hará agua la boca.
Berenjenas de dos orientes
Según las vas picando finamente,
dispones en la olla barnizada
con aceite de oliva, al fuego bajo,
media cebolla, cuatro dientes de ajo,
seis berenjenas grandes bien peladas,
una docena de aceitunas negras,
media docena de ciruelas pasas.
Añades al sofrito, finalmente,
clavo y canela al gusto, sal, pimienta.
De ron añejo, una cucharada
sopera, y otra más de Gochujang
(u otra pasta de chiles similar).
Cuatro gotas de Amargo de Angostura.
Lo sirves con un Rioja, sin cubiertos,
sobre cus-cus en hojas de lechuga.
Aurelio Asiain
Almejas
En medio de la noche abrí los ojos.
Había comprado almejas en la tarde
y en un rincón de la cocina estaban
con las bocas abiertas y muy vivas.
“Cuando se haga de día
me las voy a comer
una por una”.
Solté una carcajada
de vieja bruja.
Hecho lo cual,
además de dormir
con la boca entreabierta,
no hubo más esa noche.
Rin Ishigaki
(Versión de Aurelio Asiain)
Ostra
Envuelve con la mano
la concha de dos hojas,
mete bien el cuchillo en la ranura
(piensa en un raspador de pintura
en un aro oxidado)
y remueve la tapa,
sin que salgan los jugos.
Súbela con cuidado hasta el mentón
y muérdele la lengua en la raíz:
sórbela por la boca madreperla
y no tragues: mastica.
Recuerda que no es sexo:
estás comiendo mar.
Robin Robertson
(Versión de Aurelio Asiain)
Y el poema original:
Oyster
Bandage your hand
against the bladed shell,
work the knife well into the slot
(imagine a paint-scraper at a rusted rim)
and prise the lid off,
keeping the juices in.
Raise carefully to the chin
then bite the tongue by the root:
suck it from its mouth of pearl
and chew, never swallow.
This is not sex, remember;
you are eating the sea.
Robin Robertson
(Versión original)