El mundo de la cerveza es fascinante, en especial el de la cerveza mexicana, sector al que le festejamos su crecimiento chocando tarros con cerveza de la mejor calidad y sabor. A esta bebida democrática le debemos respeto e interés por sumergirnos en sus aguas doradas que nos brindan felicidad en cada trago.
Todos los apasionados de la cerveza deben saber que para un consumo fiel hay que respetar algunos principios éticos que compartimos en estos 10 mandamientos para adorar la cerveza:
La cerveza es felicidad y en los últimos años se ha desmitificado que su consumo provoque la famosa “panza chelera” o esos kilitos de más que no te dejan disfrutar de una cerveza en paz. Científicos en el mundo han hecho investigaciones con resultados satisfactorios y convenientes para no sacrificar este gustito aunque tenga algunos grados de alcohol. De hecho, el consumo de una cerveza al día puede ser el secreto para una vida más larga y feliz (según la ciencia, ¿eh?).
La cerveza está hecha a base de cuatro ingredientes naturales: agua, cereales (principalmente cebada, aunque también hay cervezas de trigo o incluso de maíz), lúpulo y levaduras. Por ello aporta a nuestra dieta muchas vitaminas (en particular complejo B), minerales, polifenoles (antioxidantes) y fibra. Venga un traguito de nutrientes que alimenta nuestro cuerpo y alma. ¡Salud!
¿Por qué es mejor servirla en un vaso? Porque la cerveza perderá gas (dióxido de carbono) y hay dos grandes razones por las que esto es bueno: la primera, porque evitarás la pesadez e hinchazón que te provoca al beberla, y la segunda, porque al escapar el gas los aromas de la cerveza volatilizan y los puedes apreciar mejor.
Esto no ocurre dentro de la botella, donde la boquilla es pequeña y no permite la liberación del gas.
Culturalmente relacionamos el clima cálido con una refrescante cerveza bien fría, ¡helada! Una chela tibia es mal vista y algo que hasta el más ebrio percibe. Sin embargo, no es recomendable beberlas completamente heladas porque los receptores del gusto en la lengua se inhiben al exponerse a tan bajas temperaturas, por lo que muchos de los sabores de la cerveza se neutralizan y no es posible captar la complejidad de la bebida.
Las cervezas industriales no tienen grandes problemas con esto, ya que la mayoría son muy simples. Esas sí bébetelas heladas, pero las artesanales no.
Una vez que se sirvió en vaso, lo mejor es dejar uno o dos dedos de espuma. Además de que la espuma ofrece información sobre el estilo de la cerveza, ayuda a la liberación del gas y te permite disfrutarla mejor.
México ya superó a Alemania en producción de cerveza. En 2016, nuestro país produjo 105 millones de hectolitros, lo que significa un crecimiento anual de 8%, según datos de Cerveceros de México.
Nuestro país ya es el cuarto productor mundial de cerveza, solo por debajo de China, Estados Unidos y Brasil. Cerveceros de México explica que una de las razones por las que México logró llegar a los 105 millones de hectolitros fueron las exportaciones, las cuales crecieron 13% con respecto a 2015. México se ha convertido en punto de atracción en el consumo de cerveza, no por nada tres cervezas mexicanas obtuvieron medallas en la Copa Latinoamericana de Cerveza Artesanal 2017.
Porque nos gusta beberla, ¡pero comerla también! En carnes, en pastas y hasta en pasteles y helados, la cerveza siempre será celestial. Llena tu refri con botellas y botellas de esta bebida, que ahora no solo las beberás, sino que cocinarás con ellas.
La cerveza artesanal es un movimiento que está creciendo y las críticas en su contra nunca pasan desapercibidas. Unos lo tildan de “hipster”, otros de “snob y demasiado complejo” y unos más de caro. Sin embargo, los que critican la idea que se centra en el precio no consideran lo que debe hacer un productor independiente no solo para hacer su cerveza, sino para posicionarse en el mercado.
Si quieres echarte un clavado a la explicación, da click aquí.
Típico, no quieres decir nada pero por la mente te pasan opiniones de desprecio por aquel bebedor que tiene en la mano una cerveza light; puede parecerte casi un pecado pensar que prácticamente lo que está bebiendo es agua que quiere ser cerveza.
Las cervezas light se caracterizan por tener menos calorías que las demás, aproximadamente un tercio de lo que tiene una normal. Esto se logra agregando más enzimas, lo que genera más azúcares fermentables y resulta en un producto con menos carbohidratos. En promedio, estas cervezas tienen entre 90 y 100 calorías y un grado de alcohol que oscila entre los 3 y los 5 grados.
La cervezas light se merecen respeto igual que cualquier otra cerveza, incluso tienen su propia categoría en uno de los concursos más prestigiosos del mundo cervecero: la World Beer Cup, la competencia anual organizada por la Brewer’s Association, la organización más importante de cerveza en el mundo.
La cerveza, como cualquier bebida alcohólica, debe ser consumida con responsabilidad. Cerveceros de México lanzó la campaña #NOTEHAGASGÜEY con el propósito de promover un consumo de alcohol moderado y responsable. El mensaje va dirigido a los jóvenes, sus familiares, vendedores y cualquier entusiasta por la cerveza que goce de beberla en plenitud.
¡Gózala, diviértete con ella! Conocer el mundo cervecero no impide que disfrutes de esta bebida como más te guste: desde cervezas con clamato que te dejan un olor a almeja durante horas; micheladas, cubanas o en coctelería; para empezar la fiesta o para curar la cruda; para beberla sola o con un exquisito maridaje, como más aprecies su sabor, pero no dejes de quererla.