El tocino sabe delicioso. El tocino es un ingrediente que forma el matrimonio perfecto con ingredientes salados o dulces, con sabores más o menos sofisticados. El tocino nos encanta. Pero hoy, hay que informarse.

Para los abiertamente declarados carnívoros, el tocino representa un ingrediente cariñoso, afectivo, cercano, comprensivo. Ya sea como parte de un clásico alambre de bistec o incorporado a un risotto de calabaza de castilla o acompañando, como suele hacer de manera magistral, a unos huevos o a unos waffles en el desayuno. El tocino es favorito pero, señores, debemos aceptarlo, también poco sano.

Aunque el tocino se lleva bien con ingredientes dulces o salados (como este helado de tocino con jarabe de maple), no es tan sano. // Foto: Especial.

Nos encontramos datos increíbles. De acuerdo a lo reportado por un estudio realizado por Maple Leaf Foods, el 43% de los canadienses encuestados respondieron que prefieren comer tocino sobre el sexo.

Y bien. ¿Qué tan poco sano es? Comencemos por decir que hay de tocinos a tocinos. Hoy existen variedades menos procesadas y de producción artesanal de mucha mayor calidad que no sólo saben mejor sino que hacen mejor.

Pero desde luego, nada con exceso, todo con medida, mientras no sea parte de nuestra dieta diaria, en realidad todos podemos seguirlo comiendo, pero, ¿qué hay que saber sobre las propiedades nocivas del tocino?

El tocino tiene mucha grasa. Y de la mala.

Más de la mitad de las calorías en el tocino son grasa, y mucha de ella saturada, por lo que al comerlo, consumimos también una cantidad considerable de colesterol que nunca ha hecho bien a los padecimientos relacionados con el sistema cardiovascular.

El tocino, procesado, contiene nitratos.

La carne procesada, no sólo el tocino, contiene nitratos que sirven como preservadores y que al ser absorbidos por el cuerpo generan sustancias que, de acuerdo con investigadores, están relacionadas con el cáncer y enfermedades pulmonares.

El tocino puede estar relacionado con la baja producción de esperma.

La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard analizó muestras de esperma de 156 voluntarios en un estudio y encontró que quienes consumen carnes procesadas, desde luego tocino entre ellas, de manera muy frecuente tienen una menor concentración de producción de esperma.